Carlos María Pérez Marco.

Hoy escribo solo para ti, tú que siempre estás ahí...

Probablemente la persona a la que está dirigida esto, no lo leerá. Me da igual. Se lo pondré en el Twitter, no lo leerá. Me da igual. Porque gracias a esta persona, sigo adelante. Gracias a esta persona, no me he venido abajo. Siempre he tenido mierda encima, no ha habido un día en el que no haya estado mal. Ahí, en la cocina, está el cuchillo, conmigo está mi muñeca, y por dentro están las venas; si me las corto, me mato. Esas cosas se piensan con cabeza, y yo, como siempre, las pienso mientras ando por el ordenador. ¿Qué, me mato o no?. A mi esas cosas se me pasan por la cabeza como si de repente pensara: ¿Hoy me lavo el pelo, o mañana? Pero es encender el ordenador, y ver mi fondo de escritorio y es que ya se me pone una sonrisa en la cara. Ver esa foto ya me alegra el día entero, porque sé que, en cualquier parte de España, está él, de conciertos con sus cuatro mendrugos. O que está en una firma de discos, o en los 40 Principales con Tony y el resto del Equipo A. Él, Carlos María Pérez Marco, me da la vida. Con esa sonrisa tan perfecta y sus payasadas. Con esa cara achuchable, con ese corazón de oro. Haberlo conocido en la firma de discos de Granada es un gran sueño cumplido para mí, él siempre me ha hecho reír con sus tonterías, me ha hecho llorar con sus palabras, me ha ayudado en los momentos más difíciles de mi vida, nunca me ha abandonado, siempre ha estado conmigo, ha sido de las primeras personas que han conseguido ayudarme a seguir adelante sin haberme visto nunca. Yo necesito abrazarle de nuevo y darle las gracias, pero como dios manda.Pues eso es lo que me pasa a mí, necesito abrazarle y darle las gracias, porque me ha cambiado la vida, porque me ha enseñado a perseguir mis sueños, porque me ha hecho feliz como nadie. Yo ahora mismo no podría vivir sin sus tonterías, sin sus palabras, sin su voz, sin sus sonrisas, simplemente no podría vivir sin él…, él para mí no es una moda que se irá en unos años, él para mí es una persona que ha conseguido llegar al fondo de mi corazón, a un lugar que nadie nunca había conseguido llegar…, él para mí no es solo un ídolo, él para mí es como el mejor amigo que siempre me hubiera gustado tener. Ese mejor amigo que siempre está a tu lado, tanto en los momentos más felices como en los más difíciles de mi vida. Yo a Carlos le debo todo, le debo mi vida, le debo mis sonrisas de cada mañana, le debo mi felicidad y necesito agradecérselo, necesito darle las gracias por hacerme feliz, porque él es una persona que siempre va a estar ahí, que nunca me va a abandonar. Aunque ni siquiera me recuerde. Soy aquella chica de gafas, con la camiseta blanca de I ♥ USA, la que le dio la carta a Blas. La de Motril. La que puso su dirección inconscientemente por si algún día podíais responder a la carta. La que te dijo que sonrieras más, a la que sonreíste y luego abrazaste. La que no se separaría de ti en la vida. La que tiene la esperanza de que leas esto y que sepas TODO lo que has echo por ella sin tú, Carlos, saberlo.
Todo esto no son unas simples palabras escritas, estas son unas palabras que han salido del fondo de mi corazón, esto es lo que siento de verdad; nunca te voy a olvidar porque has dejado una gran huella en mi corazón que no se podrá borrar ni en un millón de años.

Hoy escribo solo para ti, tú que siempre estás ahí...

Gracias, Carlos. Por todo. Por alegrarme la vida. Por ser tú. Por existir.